Compendios singulares
Es infinita la relación entre el arte y el libro o el papel. Dos temas lo dominan, el libro como soporte de la obra de arte o una dama leyendo. Desde los tiempos de Juan Lovera el libro es tema recurrente del arte venezolano, especialmente en 1838. Igualmente en la obra de Herrera Toro, El taller, de 1895, donde la lectura de periódicos aparece como parte de la cotidianidad de sus modelos. Incluso en los Bodegones de Federico Brandt o de Marcos Castillo, están presentes los libros en esos escenarios. Igual sucede con Armando Barrios o Pedro Ángel González y sus lectoras, recurrentemente pintadas. Acaso fue Alejandro Otero con sus papeles de prensa coloreados, de 1965, quien introdujo el tema en el arte contemporáneo venezolano. O Miguel Von Dangel y Teresa Casanova que los usaron con frecuencia en sus inmortales pinturas. El Libro y el Papel son temas eternos e inagotables del arte universal y esta muestra, donde participan Alberto Asprino, Corina Briceño, Jesús Caviglia, Carmela Fenice, Jonathan Lara, Leonardo Nieves, Aureliano Parra, Dianora Pérez y Efraín Ugueto, representa un nuevo aporte a esa tradición.
